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viernes, 3 de mayo de 2013

Entrevista con Adriana Álvarez y Jennifer Bonilla, intérpretes de Canal Sur


Adriana Álvarez recibió un correo de la asociación
a la que pertenece con explicaciones sobre cómo
quejarse de sus propios servicios de interpretación.
Como ya os avancé, he tenido la oportunidad de entrevistar a dos intérpretes de lengua de signos más de las contratadas por Infoserla, además de a Reyes Navarro, la coordinadora del equipo.

Adriana Álvarez (26), ILS y diplomada en Magisterio de Educación Primaria, es una de ellas. En 2007 empezó un curso de comunicación de lengua de signos y, animada por su profesor, se acercó a APROSOJA, la Asociación Provincial de Personas Sordas de Jaén, de la que es socia desde entonces. Tras muchas tardes allí, y haber finalizado los primeros dos niveles de los cursos de F.P.O de la Junta de Andalucía, la animaron a hacer el ciclo superior de interpretación en lengua de signos, que finalizó en 2010. En esta asociación ha tenido ocasión de interpretar conferencias, asambleas, hacer servicios en una autoescuela e incluso interpretar una boda. De hecho, incluso se presentó al segundo Festival de la Canción en Lengua de Signos con una persona sorda y ganaron el primer premio. El pasado mes de febrero se fue a Sevilla a vivir porque había conseguido trabajo como ILS en Canal Sur.

  • ¿Consideras que estabas preparada para empezar a trabajar como ILS de Canal Sur?
Como intérprete, sí, tengo experiencia. Nunca había interpretado en televisión, pero eso sucede siempre que interpretas en un nuevo tipo de servicio. Los primeros días lo pasas peor, pero luego te adaptas. Canal Sur es el único medio donde puedes trabajar como intérprete en televisión aquí en Andalucía, así que realmente no podían pedir experiencia en este medio.

Trabajamos con mucha presión, tanto externa como interna. Pero una vez llegabas al trabajo, te sentabas en la silla y tenías que olvidar todo e interpretar. El equipo anterior ya llevaba cuatro meses trabajando en televisión y, de repente, entramos nosotros, un equipo nuevo a hacer esa labor. Es normal que se notara la diferencia.

  • ¿Cómo fue el proceso de contratación?
Vi una oferta en internet y mandé el currículum sin saber que era para Canal Sur. Contactaron conmigo, me entrevistaron y me contrataron, fue todo muy sencillo.

Acepté un contrato muy aceptable, en mi opinión. Es posible que los antiguos intérpretes de la FAAS cobraran más, pero es que ellos ni siquiera han llegado a cobrar todo el salario de los meses que han trabajado, no sé si ya se habrán puesto al día con los pagos o no. No entiendo por eso la crítica: quizá nosotros cobremos un poco menos, pero al menos sí recibimos el dinero.

Las condiciones desde luego no eran inhumanas y durante los quince días que hemos trabajado la empresa se ha portado bien con nosotros. Los turnos los organizaba la coordinadora del grupo, siempre había dos personas y los turnos los organizábamos en función de la dificultad del programa. En un primer momento, lo acordado era cambiar cada veinte minutos, pero la idea era que luego, si estábamos cómodas, pudiéramos llegar a los veinticinco minutos o media hora. Un intérprete trabajaba en activo y otro en pasivo, siempre uno frente a otro, de apoyo.

En cuanto al salario, no te puedo especificar, pero por ejemplo yo, que he tenido que ir a vivir a Sevilla desde Jaén, no salía perdiendo dinero. El sueldo era un sueldo en condiciones para los tiempos que corren. 

  • Reyes Navarro me comentó que recibiste un correo electrónico de la asociación a la que perteneces con detalles sobre cómo quejarse de la calidad de los intérpretes contratados por Infoserla, es decir, de la calidad de tu propio trabajo. ¿Qué sentiste?
Me quedé asombrada, soy socia desde el año 2008 y desde hace un año difunden las noticias a través de internet. Me llegó un correo y era un copia-pega, un modelo para quejarse como persona sorda o como usuario de la lengua de signos. Se lo daban en bandeja a las personas sordas para que se quejaran. A mí me incluyeron porque era un mensaje en cadena. Pero es muy fuerte que te llegue un correo sobre cómo reclamarte a ti misma.


  • ¿Y cómo reaccionaste? 
Hasta ahora me he mantenido al margen, no he mantenido ningún tipo de contacto con ellos aún porque he vuelto de Sevilla hace poco y he estado con la familia y amigos, hablando del tema. Mi intención es dirigirme a ellos y averiguar a qué se debe esa hincha, conmigo incluso. No entiendo por qué no se ha recibido el apoyo correspondiente por parte de muchos de los miembros de la Asociación de Jaén, de la que soy socia.

  • ¿Habías tenido alguna vez algún problema de que no te entendieran? 
En APROSOJA he hecho servicios, me llamaban cuando les hacía falta, ya fuera como intérprete o como voluntaria. He tenido desde 2008 muchísimo contacto con la asociación, los primeros dos o tres años siempre estaba allí, y nunca he tenido ningún tipo de problema. Que yo sepa nunca han tenido ninguna queja de mí.

De hecho, el vídeo del manifiesto de los intérpretes contratados por Infoserla lo he colgado en mi Facebook y muchos de mis conocidos lo han compartido en sus muros y le han dado a «me gusta». Por eso no entiendo por qué no hemos recibido ningún apoyo y ni siquiera nos han preguntado qué tal estábamos.

  • ¿Te arrepientes de haber aceptado el trabajo? 
No me arrepiento y lo volvería a aceptar, pero es una gran decepción ver que muchas personas, algunas asociaciones y la gente que viene detrás de nosotros no te apoyan y, a larga, verán que se encontrarán en la misma situación que nosotros.  Nosotros hemos intentado abrir puertas para que todo el mundo tenga la oportunidad de trabajar y ellos nos las han cerrado a nosotros. Ahora mismo, los ocho intérpretes estamos en el paro.

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Jennifer Bonilla: «Nuestra última culpa es
querer trabajar, querer alimentarnos».
La segunda entrevistada es Jennifer Bonilla (25), que a los quince años descubrió la lengua de signos tras conocer a unos amigos sordos de su padre. Al ver que se le daba bien, cursó los tres niveles, a lo que siguió el curso de F.P.O. de Comunicación en Lengua de Signos y finalmente el ciclo de Interpretación. Desde entonces ha interpretado conferencias, algún mitin político, talleres especiales de empleo e incluso en el ámbito jurídico y en la policía. Ella también ha respondido a algunas preguntas:

  • Ya sabemos, por las entrevistas a tus compañeras, algunos detalles sobre el tipo de contrato que os ofreció Infoserla, ¿podrías contarnos algo más?
Hemos firmado un acuerdo de confidencialidad y no podemos contar nada relativo al salario. Yo no sé cuánto cobraban los antiguos intérpretes de la FAAS, pero a mí las condiciones económicas que me ofrecieron me parecieron bien.  Lo que sí puedo decirte es que era más que el mínimo interprofesional de la categoría profesional de los intérpretes de lengua de signos. [Esta profesión se enmarca dentro del grupo III, cuyo salario mínimo mensual en 2013 es de 758,70 euros o, al día, de 32,99 euros. Aquí podéis consultar la fuente].

  • ¿Cómo has recibido todas las críticas que han dirigido hacia vosotros?
Considero que se me ha faltado el respeto, que se me ha insultado. Todos los usuarios saben que soy profesional, que siempre lo hago lo mejor posible e intento mejorar. Mis amigos sordos me decían que ignorara los comentarios, que cada día lo hacía mejor. Yo el primer día ya no estuve a gusto, pero no por los nervios de la tele, sino por la situación. Me parece fatal que otros intérpretes, compañeros de profesión, animaran a quejarse de nuestra interpretación. Llevo ocho años trabajando como intérprete y mis usuarios nunca han tenido problemas conmigo. 

Empecé aprendiendo lengua de signos, me gustó, vi que tenía una cierta vocación y lo hice mi profesión y, por tanto, he querido vivir de eso. He aprovechado una oportunidad que, por condiciones de horario como de sueldo, no eran, para nada, inhumanas, y encima estaba relacionado con mi profesión. Nuestra última culpa es querer trabajar, querer alimentarnos. Creo que cualquiera que estuviera en nuestro lugar hubiera hecho lo mismo.

El error que ha cometido Infoserla es no dar su versión antes, porque, al no hacerlo, la gente solo tenía una versión y se la han creído. Y esto nos ha afectado a los ILS, porque muchas personas piensan que no somos profesionales, que no tenemos experiencia, que nos hemos reído de la comunidad sorda,… y eso no es verdad. Los que me conocen saben que yo no soy así, yo solo he querido trabajar. Todo esto me va a afectar, claro, y creo que aún no soy consciente de hasta en qué medida lo hará profesionalmente en el futuro.

* * * * *

Por último, incluyo un texto escrito por una de las intérpretes del equipo. Ha preferido mantenerse en el anonimato, pero en su relato resume la situación vivida por todos ellos:


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